sábado, 14 de febrero de 2015

Bután: El paraíso perdido en el Himalaya



La bendición me vino de golpe en el templo de Chimi Lhakhang en el valle de Punakha en Bután. Yo estaba sentada en el suelo con las piernas cruzadas simulando la postura del loto, hipnotizada por la pequeña escultura desnuda de  Drukpa Kunley, un budista tántrico que según la leyenda alcanzó la iluminación a través del sexo. Por el rabillo del ojo vi acercarse al joven monje de túnica roja y cabeza rapada y le sonreí y él, sin mediar palabra, golpeó mi cabeza con un arco y un enorme falo de madera que llevaba en la mano. Según me enteré después, esta impactante forma de bendición augura fortuna a quien la recibe.

Chimi Lhakhang. Bután



Molino de oración.Chimi Lhakhang.Bután


Rinpung Dzong. Bután


A partir de ese momento empecé a mirar a los monjes con cierta prevención cada vez que visitaba un lugar sagrado. Y es que los puedes encontrar en todas partes cuando recorres este pequeño país escondido entre las nevadas montañas del Himalaya. Hay monasterios-fortaleza a orilla de bravos y caudalosos ríos, ancestrales templos colgando de acantilados de vértigo y pequeños santuarios en lo alto de colinas rodeadas de campos de arroz o en densos bosques cruzados por hileras de coloridas banderitas de oración que lanzan al viento plegarias y mantras. En todos ellos se practica el budismo tántrico.


Rinpung Dzong. Bután


 Tashichoedzong. Thimphu. Bután

Tashichoedzong. Thimphu. Bután


Esta religión impregna la vida cotidiana. En Thimphu, la capital, una enorme estatua dorada del Buda Dordenma de más de cincuenta metros de altura protege el valle desde lo alto de una colina en el Parque Natural Kuenselphodrang y la grandiosa fortaleza monasterio Tashichoedzong es sede del gobierno de Bután a la vez que residencia de monjes.
Cerca de la ciudad, en National Memorial Chorten, se puede observar a la gente del lugar rezar, girar las grandes ruedas de oración y murmurar mantras mientras caminan rodeando esta  impresionante estupa encalada en blanco resplandeciente con su deslumbrante aguja de oro apuntando al cielo.


National Memorial Chorten. Bután

National Memorial Chorten. Bután

Buda Dordenma. Thimphu. Bután


En el Valle de Paro se encuentra el monumento más famoso de Bután, Taktsang Lhakhang, también llamado El Nido del Tigre, un monasterio a más de tres mil metros de altitud, asomado al abismo de un vertiginoso acantilado.


Nido del Tigre. Bután

Nido del Tigre. Bután


De camino a Punakha desde Thimphu, atravesando el paso de montaña de Dochula a 3.140 metros de altitud, como brotando de la tierra, aparecen 108 estupas en lo alto de una colina. Y en Punakha, en la confluencia de los ríos Pho Chhu y Mo Chhu, se puede visitar un antiguo y hermoso monasterio en el que se celebran ceremonias religiosas a las que pueden asistir los turistas.


Punakhadzong. Bután

Punakhadzong. Bután


Dochula. Bután

Por sus extensos bosques y reservas naturales, por ser sede del budismo más primitivo, por conservar las tradiciones más ancestrales de los valles del Himalaya, se habla de Bután como el último Shangri-La, el paraíso perdido.
¿De que otros paraísos perdidos habéis oído hablar?. Contadme.

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