jueves, 18 de diciembre de 2014

Caminito de Belén


El camino que lleva a Belén baja hasta…el impresionante muro con torres de vigilancia militar que ha construido el gobierno de Israel asegurando que así  evita ataques terroristas. La visión del paisaje surcado por esta sólida barrera de hormigón hace surgir en mí un escalofrío y un temor desconocidos.
El acceso a través de un  checkpoint controlado por soldados israelíes armados no presenta problemas para nosotros viajeros caminito de Belén con coche propio y pasaporte español. Distinta es la situación para los palestinos residentes en Belén pues necesitan un permiso especial del gobierno de Israel para cruzar al otro lado, para ir a Jerusalén, a 9 kilómetros de su ciudad, si quieren visitar a sus familiares, recibir asistencia médica o estudiar en la universidad.


Muro israelí de Cisjordania

Muro israelí de Cisjordania


Muro israelí de Cisjordania

En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna… y multitud de turistas dentro de la Basílica de la Natividad agolpados, esperando turno, al inicio de los escalones que bajan a la cueva subterránea donde se dice nació Jesús. El lugar, custodiado por monjes ortodoxos, está marcado por un agujero en medio de una estrella de plata. ¡Ay!, este no es el Belén de mi Navidad.
La Basílica fue mandada construir por la madre del emperador Constantino en el siglo IV y reconstruida, tras un incendio, por el emperador Justiniano en el siglo VI. Se accede a ella desde la explanada de la plaza en la que está ubicada, a través de una pequeña puerta que obliga a agachar la cabeza como muestra de respeto. Una vez dentro llama la atención la abigarrada red de lámparas que brillan en las tres naves y el ábside, los iconos típicos de la iglesia ortodoxa y algunos mosaicos de la época del primer edificio.


Entrada a la Basílica de la Natividad. Belén.

Basílica de la Natividad. Belén.

Basílica de la Natividad. Belén. Esperando para bajar a la cueva del Nacimiento.

Belén, campanas de Belén… y minaretes también.
Los habitantes de esta ciudad de Cisjordania administrada por la Autoridad Palestina, son en su mayoría musulmanes y cristianos. Los campanarios de las iglesias comparten paisaje con los minaretes de las mezquitas.


Basílica de la Natividad. Belén.

Basílica de la Natividad. Belén.

Basílica de la Natividad. Belén.

Brilla la estrella de paz, Brilla la estrella de paz… Que así sea en esta tierra herida por los conflictos armados. Que brille la paz, el diálogo y la justicia.

2 comentarios:

wircky dijo...

Qué envidia me da cada vez que leo un viaje a Jerusalén, porque además no sé si me atreveré a ir algún día... ¿Sentiste miedo en algún momento?

María Díaz-Albo dijo...

Gracias por tu comentarios Wircky. Te animo a visitar Jerusalén, te sorprenderá la ciudad y sus habitantes. Lo único que sentirás será curiosidad y asombro.

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