jueves, 18 de diciembre de 2014

Caminito de Belén


El camino que lleva a Belén baja hasta…el impresionante muro con torres de vigilancia militar que ha construido el gobierno de Israel asegurando que así  evita ataques terroristas. La visión del paisaje surcado por esta sólida barrera de hormigón hace surgir en mí un escalofrío y un temor desconocidos.
El acceso a través de un  checkpoint controlado por soldados israelíes armados no presenta problemas para nosotros viajeros caminito de Belén con coche propio y pasaporte español. Distinta es la situación para los palestinos residentes en Belén pues necesitan un permiso especial del gobierno de Israel para cruzar al otro lado, para ir a Jerusalén, a 9 kilómetros de su ciudad, si quieren visitar a sus familiares, recibir asistencia médica o estudiar en la universidad.

lunes, 1 de diciembre de 2014

En India: Taj Mahal, un eterno lamento de amor


Como una acuarela diluida por el agua que arroja el monzón, la majestuosa imagen del Taj Mahal resuena en el centro de mis emociones con la intensidad de un lamento de amor tan eterno como la dureza del mármol con el que está construido el mausoleo, tan blanco como el color de un funeral en la India, tan irreal como el etéreo brillo de las empapadas cúpulas al sol tras la lluvia, tan doloroso como el pinchazo del dorado finial que horada el cielo, tan triste como la historia que inspiró su construcción.

jueves, 23 de octubre de 2014

En Nepal: Bailando con los muertos en Bhaktapur



EH, EH, EH, gritaban los rostros de ceniza, saltando y entrechocando las cañas de bambú al ritmo de la música. No sé cómo pasó. ¿Posesión?. El golpe del tambor palpitaba en mi cuerpo, una sonrisa anónima colocó en mi mano de extasiada turista el bastón de danzante y Shiva hizo el resto.
Fue inesperado, espontáneo. ¿Cómo terminé yo, descaradamente extranjera, integrada en la ancestral Danza de Difuntos de la medieval ciudad de Bhaktapur en Nepal?. No me explico cómo pasó.
Fue en la fiesta de Gai Jatra, la Fiesta de la Vaca. Para los hindúes, la vaca guía el alma de los difuntos al más allá. Se celebra un día después de la luna llena del mes de Bhadra que este año, 2014, ha caído en agosto.

jueves, 18 de septiembre de 2014

En Bután: un dragón en el Nido del Tigre


No verás al dragón en el Nido del Tigre. Fue derrotado en el siglo VIII por Padmasambhava cuando llegó al lugar volando a lomos de una tigresa. El gurú indio encerró al dragón en el interior de la montaña y se quedó allí a meditar durante tres años, tres meses, tres semanas, tres días y tres horas.
Sobre el lugar en el que aterrizó, sobre la cueva en la que se refugió, sobre el sitio donde el dragón-demonio quedó atrapado, en el siglo XVII se levantó una cascada de templos que parecen congelados en el tiempo, asomados al abismo de un vertiginoso acantilado sobre el Valle de Paro en el mítico país de Bután.

miércoles, 30 de julio de 2014

De Madrid al Cielo


De Madrid al Cielo dicen los castizos. ¿Se dirige hacia allí el ángel a punto de levantar el vuelo desde la cúpula del edificio Metrópolis en el cruce de Gran Vía con la calle Alcalá?
¿Hacia allí dirige su grito el Ángel Caído de alas desplegadas y rostro crispado que hallamos en los Jardines del Retiro?
¿De allí proviene el despistado ser alado que encontramos estrellado contra una vivienda de la calle de los Milaneses esquina calle Mayor?

viernes, 25 de julio de 2014

En Jordania: una beduina en Umm Qais


La curiosidad de unos dedos rozó la piel de mi brazo cuando estaba fotografiando el Mar de Galilea y los Altos del Golán desde la colina de Umm Qais. Mi sobresalto se encontró con los ojos oscuros de una mujer beduina de rostro tatuado y surcado de arrugas. El velo negro de la cabeza le cubría la frente dejando ver el dibujo de un triángulo tatuado en el entrecejo y un mapa de signos que arrancando en la comisura de los labios se extendía por toda la barbilla.
Sonreí y cuando quise hablar apareció de improviso una chica vestida con oscura gabardina larga hasta los pies que agarró del brazo a la anciana y la alejó de mí, haciendo caso omiso de mi mafi mushkila (no hay problema) en un vano intento de entablar conversación para conocer quien era, de dónde venía y qué significado tenían esas marcas en su rostro.

miércoles, 25 de junio de 2014

En Barcelona: Pero... ¿no se llama Catedral del Mar?


¿Tienen idea las piedras de lo que son?, ¿saben que son columna, arco cruzado o gárgola?, ¿son conscientes de ser forma y volumen de la Basílica de Santa María del Mar, el templo diseñado por Berenguer de Montagut, el “doctor en piedras” como se les llamaba en el siglo XIV a los arquitectos?.
¿Las impregna aún el sudor de los bastaixos que las transportaron sobre sus espaldas desde la cantera del Montjuic hasta el barrio de la Ribera en Barcelona?, ¿guardan en lo más profundo de su materia la vibración del golpe del cincel y el mazo del escultor o del tallador?, ¿hay rastro en ellas del dolor y la alegría de los canteros, peones y albañiles que las trabajaron?.

domingo, 1 de junio de 2014

En Barcelona: Park Güell, ¿es un parque?


La montaña soñó con ser mar de olas gigantes e inclinó sus paredes y las rocas, para ayudarla a mantenerse en pie, adoptaron la forma de bosque de palmeras y surgieron caminos como grutas sostenidos por árboles de piedra y las setas se subieron a los tejados curvilíneos que brillaban al sol y la salamandra de lomo ondulado se adornó con los colores del mosaico y la serpiente zigzagueó alrededor de la plaza para quedar convertida en multicolor banco de cerámica. Y entonces nació un jardín al lado de una sala de blancas columnas estriadas que esconden en secreto el agua de la lluvia.
Y esto lo hizo Gaudí, el hacedor de sueños, dando vida al Park Güell.

miércoles, 14 de mayo de 2014

En Sri Lanka: Sigiriya, la roca palacio escondida en la selva


Hubo un tiempo en que el paisaje era una jungla cerrada y la gigantesca roca de magma solidificado, una fortaleza inexpugnable con un palacio en la cima, a más de trescientos metros de altura, al que se accedía a través de las enormes fauces de un león.
Hoy avanzamos hacia Sigiriya por una carretera asfaltada que domestica la selva a uno y otro lado de los arcenes con vallas metálicas para impedir el paso de los elefantes y animales salvajes. Pero el enorme peñasco volcánico, sigue divisándose en la distancia, solitario, en medio de la maraña de árboles.

miércoles, 30 de abril de 2014

En Vietnam: Cuevas y dragones en la Bahía de Ha Long


-¿Eres española? Preguntó en inglés, sacándome de la ensimismada contemplación de las aguas esmeraldas salpicadas de verdes islotes que parecen crecer por generación espontánea en esa parte del mar de la China que es la Bahía de Ha Long.
-Si, contesté. Y el chico de ojos rasgados empezó a narrarme en español con acento latino la leyenda que le contaba su padre sobre el dragón que descendió de los cielos para ayudar a los habitantes del lugar contra la invasión china que llegaba por el mar. Ha Long significa dragón descendente, añadió.

viernes, 18 de abril de 2014

En Líbano: procesiones de Semana Santa en Beirut


El Crucificado apareció en un taxi. Lo precedía la música religiosa que salía de un aparato situado en lo alto del vehículo.  Ni nazarenos, ni bandas de trompetas y tambores, ni costaleros, ni penitentes, ni gente agolpada en las aceras. A mí, sentada en el velador de una cafetería, me pilló por sorpresa la procesión. La imagen del Cristo en la cruz seguida de la Piedad con su Hijo en los brazos recorrían en taxi las calles de Beirut y tras ellos una fila de coches adaptaban la velocidad al ritmo del desfile sagrado de la Semana Santa.

domingo, 6 de abril de 2014

En Tailandia. Manos de monje en Bangkok


Boca abajo en el suelo, me inmovilizó presionando su pie sobre mi espalda y  tiró de una de mis piernas como si quisiera desprenderla del cuerpo. Ahogué un grito de dolor. Continuó la maniobra con la otra pierna y pensé: yo no aguanto una hora esta tortura. Cuando empezó a tirar hacia atrás de mis brazos, me vinieron a la mente las muñecas de mi infancia, desmembradas tras arrancarles piernas y brazos y no poder colocárselos de nuevo. Recordé que también les quitaba la cabeza e intuí que llegaba el turno de esa parte de mi cuerpo. Y así fue, bajo la presión de sus grandes manos mi cuello giró hacia un lado y hacia otro haciendo un ruido de huesos que necesitan ser engrasados.

lunes, 24 de marzo de 2014

En Marruecos: Serpientes en la plaza de Marrakech


Lo vi venir, adiviné sus intenciones y me escabullí entre la gente. El hombre del desierto se acercaba con la serpiente ondulándole en la mano y con una sonrisa chispeándole en los ojos dispuesto a colocar el reptil en los hombros de cualquier forastero incauto a cambio de unas monedas. No me gustan las serpientes ni en pintura y no estaba dispuesta a lucir una de collar por muy exótica que quedara en la foto. Opté por una huida atolondrada que me impidió tomar conciencia de que aquel sonido de flautas hacia el que me dirigía provenía de los encantadores de cobras. En un instante mi miedo convirtió la Plaza Yamaa el Fna en un nido de serpientes.

martes, 11 de marzo de 2014

En Alemania: una galería de arte en el Muro de Berlín


No parece muro y lo es. Parece museo, exposición de arte al aire libre y por eso lo llaman  East Side Gallery. Pero este muro maquillado con alegres colores, decorado con graffitis, dibujos y caricaturas, no se construyó para ser soporte de la creatividad de inspirados pintores, ni para ser uno de los principales lugares de atracción turística de la ciudad de Berlín. Estos 1316 metros de  hormigón disfrazados de arte  en la calle Mühlenstraße, en la orilla del río Spree, son restos del tristemente famoso Muro de Berlín, la frontera que durante veintiocho años dividió la ciudad en dos, separó familias, amigos, vecinos, impidió la libre circulación de personas y marcó el destino de los habitantes de esta urbe dependiendo del lado este u oeste donde les tocó vivir.

sábado, 1 de marzo de 2014

En Jordania: las señales del desierto Wadi Rum


Dicen que no hay nada en el desierto. No te lo creas. Atento a las señales. Antes de emprender el camino borra de tu mente el Sahara ondulado de dunas doradas, ese no es el paisaje en el que te adentrarás con el 4×4.
El escenario del Wadi Rum es otro. Un mar de arenas rojas zarandeadas por la brisa lame la base de acantilados montañosos erosionados por la insistencia de vientos milenarios. Escucha atentamente, el desierto te habla con la tenue melodía de los granos de arena movidos por el aire.
El jeep avanzará por el valle desértico aplastando matojos nacidos con las últimas lluvias. Hay veces que llueve en el desierto y la arena florece y las grandes montañas de arenisca, granito y basalto se despojan del polvo acumulado.

miércoles, 19 de febrero de 2014

En Líbano: El misterio de Baalbek


Ella se levantó el largo y pomposo vestido blanco dejando ver las medias del mismo color, para que él le quitara los zapatos de alto tacón y poder de esta manera bajar descalza, de forma segura, las desgastadas escaleras de piedra del Templo de Júpiter, mientras el fotógrafo buscaba nuevos escenarios para las fotos que formarían parte del álbum de bodas de la pareja.
El marco era espléndido, la Acrópolis de Baalbek en El Líbano, el yacimiento arqueológico más impresionante de Oriente Próximo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984.

viernes, 7 de febrero de 2014

En Reino Unido: Druidas en Stonehenge


Bailé en el Círculo de Piedra al ritmo del latir del tambor. Los druidas tocaban despertando los primeros rayos de sol del otoño. Las sacerdotisas celebraban el amanecer del primer día del equinoccio con cánticos celtas. El avance de la luz diluía las sombras perfilando el volumen de los colosales dólmenes y menhires que enraizados en la tierra parecían acogernos en el raso, frío y desamparado páramo de Salisbury donde se encuentra, en mitad de la nada, el enigmático monumento megalítico de Stonehenge.

viernes, 31 de enero de 2014

Jerusalén: entre religiones



-Tres – terqueó ella
-Siete – volvió a decir el monje
Y yo atónita, escuchando una discusión entre alguien que decía pasar de la religión católica de su infancia y el guardián de la iglesia ortodoxa construida sobre el lugar donde dicen estuvo encarcelado Jesús al inicio de lo que ahora llaman Vía Dolorosa. Y la discusión continuó sin ponerse de acuerdo sobre el número de caídas que sufrió Jesús con la cruz a cuestas, mientras yo bajaba las escaleras hacia las húmedas y oscuras cuevas excavadas en la roca que según cuentan sirvieron de prisión, pensando que con sólo un día de estancia en Jerusalén y sin ánimo de cumplir ninguna promesa, yo ya me había caído una vez y mi amiga estaba a punto de provocar una guerra teológica.

viernes, 24 de enero de 2014

En Estados Unidos: San Francisco, un viaje de película


Corrimos para subirnos al tranvía como quien se introduce en la escena de una película, sin importarnos el cansancio, acabábamos de llegar a San Francisco; sin saber el destino, donde terminara la línea; sin hacer caso del frío invernal de esa noche de agosto; sin haber preguntado el precio, nos cobraron seis dólares; porque nuestro conocimiento de la ciudad eran imágenes de cine y adentrarnos en ella nos convertía en los protagonistas.

miércoles, 15 de enero de 2014

En Túnez: La Marsa, la vida cotidiana a orillas del mar


El final de la correa era un perro chiquito que se abalanzó a mis pies pidiendo jugar. La dueña, una señora mayor, tironeaba de él tratando de sujetarlo. El encuentro llevó a la conversación, francesa, jubilada, todas las mañanas paseaba el perro a lo largo de la playa de La Marsa, pueblo en el que fijó su residencia tras la jubilación. Túnez le ofrecía sol, un nivel de vida que no se podía pagar en Europa y la nostalgia de una adolescencia colonial que se truncó tras la independencia del país en los años cincuenta. Los franceses regresaron a su tierra dejando mansiones cerradas que aún permanecen deshabitadas y cuyos propietarios legales, herederos de aquellos que se marcharon, ignoran su existencia.

lunes, 6 de enero de 2014

En Túnez: Sidi Bou Said, un pueblo en blanco y azul


-Es la tumba de Sidi Bou Said -nos dice la señora sentada sobre una estera con dibujos geométricos en colores azul y amarillo cuando, descalzas y con el pañuelo cubriéndonos la cabeza, entramos en la pequeña zaouia que hay al lado de la mezquita y nos acercamos al túmulo donde se supone que desde el siglo XIII reposan los restos del místico sufí que da nombre a este pueblo de casas blancas encaramadas en un acantilado a orillas del mar Mediterráneo.